Sofía Noscué era muy joven cuando se dio cuenta que era especial. No le interesaban los juguetes “para niños” y no le gustaba lo que sentía cuando la llamaban “Winston”. Hoy es líder comunitaria y activista de los jóvenes LGBTIQ+ en el departamento del Cauca.
Desde muy pequeña, Clara Jimena Hinestroza también sabía quién era. Su visión y su determinación la han convertido en una joven empresaria exitosa cuya próspera microempresa, Dulces Delicias, sirve una nueva versión de la repostería tradicional de su ciudad natal, Tumaco, en la costa pacífica de Colombia.
Sofía y Clara son de las 26 millones de mujeres de Colombia que, a pesar de sus capacidades, pasión y mayor expectativa de vida, tienen un 25% menos de probabilidades de trabajar en la economía formal y ganan un 6% menos que sus homólogos masculinos.
A través de nuestro Programa de Jóvenes Resilientes financiado por USAID, estamos trabajando con más de 11.000 mujeres jóvenes en toda Colombia para cambiar estas realidades a través de iniciativas -muchas dirigidas por jóvenes- que maximicen su potencial.
Este mes de marzo, en el que reconocemos la diversidad de las mujeres en todas partes, estamos especialmente orgullosos de celebrar el crecimiento y el éxito de la activista Sofía y la empresaria Clara.
Les invitamos a conocer más de cerca sus historias.
Sofía Noscué es de la ciudad de Corinto, en el norte del Cauca, una zona que históricamente ha experimentado grandes conflictos sociales, económicos y políticos. La violencia causada por grupos armados supone un riesgo para los jóvenes, especialmente para los que pertenecen a grupos indígenas como el pueblo nasa. Los jóvenes indígenas también corren un mayor riesgo de suicidio debido a problemas de inestabilidad familiar y pérdida de identidad.
Sofi, una mujer transgénero indígena nasa que se niega a hacer parte de estas estadísticas.
“Sufrí mucha depresión, pero […] me di cuenta de que no podía hacerme daño. Tenía que cuidarme”.
— Sofía Noscué
Hace parte del Movimiento Juvenil Álvaro Ulcué, que desde los años ochenta moviliza a jóvenes para que emprendan acciones colectivas en pro del bienestar de las comunidades indígenas del norte del Cauca.
El año pasado, el movimiento se alió con la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) para dirigir un proyecto del Programa centrado en mejorar la armonía regional mediante el desarrollo de capacidades psicosociales, político-organizativas y económicas de los jóvenes indígenas para el “wetwetfizenxi” o “buen vivir”.
Por su parte, la ACIN apoya a las comunidades indígenas que viven según mandatos comunitarios para preservarse como pueblo, fortalecer su identidad cultural y defender y cuidar su gran territorio conocido como Cxhab Wala Kiwe.
A través del proyecto, más de 250 jóvenes del Cauca (la mayoría mujeres) de los municipios de Corinto, Caloto, Jambaló y Santander de Quilichao están desarrollando habilidades para la vida, mejorando sus dinámicas familiares, creando empresas sostenibles y participando más activamente en sus comunidades. También están fomentando redes de apoyo físicas, virtuales y comunitarias como mecanismo de prevención de conflictos.
Tanto líder comunitaria como participante del proyecto, Sofi trabaja para desarrollar sus propias capacidades y animar a otros jóvenes a participar en las tulpas dirigidas por el Movimiento Juvenil Álvaro Ulcué para fortalecer el autogobierno y la memoria histórica.
En la cultura nasa, La Tulpa es una “hoguera”, un lugar de encuentro de sabiduría donde la comunidad se reúne para compartir experiencias, alimentos, valores, leyendas y enseñanzas.
A Sofi le interesa especialmente el componente artístico del proyecto, sobre todo la danza. También ha aprovechado los talleres psicosociales -basados en la metodología DecidoSer de ACDI/VOCA- que, según ella, han reforzado su confianza y le han ayudado a crecer como persona y como líder.
Además, su presencia y liderazgo como mujer trans orgullosa son absolutamente fundamentales para otros jóvenes indígenas LGBTIQ+ que luchan por aceptar sus propias identidades únicas.
Recientemente, Sofi viajó a Bogotá para participar en un conversatorio junto a Andrés Cepeda, cantautor colombiano y Embajador de la Juventud Resiliente del Programa, donde hablaron sobre la igualdad de género y las mujeres que les han servido de mentoras e inspiración.
“Me siento super contenta de participar en el Programa y de estar en este proyecto. Los acompañamientos con la psicóloga me han ayudado a trabajar la autoestima y manejar todo lo que siento y he sentido en este proceso, incluso a sobrepasar el bullying que sufrí en el colegio”.
— Sofía Noscuér
Cuando le preguntaron por el modelo femenino que más le ha marcado en la vida, Sofi no lo dudó:
“La que siempre estuvo conmigo fue mi mamá. Yo agradezco y estoy orgullosa de tener una madre así, que me apoyara. Solo necesitaba ese apoyo”.
— Sofía Noscuér
A 600 kilómetros de Corinto se encuentra la ciudad de Tumaco, hogar de la joven empresaria Clara Jimena Hinestroza. Durante las dos últimas décadas, Tumaco ha sufrido muchos problemas como municipio: presencia de grupos armados ilegales que generan violencia y conflicto, cultivo y venta de cosechas ilícitas, escasa presencia gubernamental y poca inversión social.
Para muchos jóvenes, trabajar en economías ilegales es atractivo por ser una oportunidad de obtener ingresos inmediatos y ser reconocidos en la comunidad.
Clara no es una de ellas. Clara es una joven resiliente y creativa a la que le encanta estar en la cocina. También es madre de dos hijos, por los que trabaja sin descanso para sacar adelante cada día.
Hace dos años, en plena pandemia de COVID-19, Clara tuvo que suspender su negocio de comida callejera debido a los cierres y al endurecimiento de la normativa. Sin desanimarse, empezó a hornear pasteles en su casa y a venderlos a domicilio, primero a amigos y familiares. Poco después, la demanda era tan grande que le puso nombre a su negocio: Dulces Delicias.
“Nuestro lema es ‘del Pacífico con amor para endulzar tu corazón’, para ir rescatando de forma dulce aquellas formas o esa esencia que en nuestro Tumaco está”.
— Clara Hinestroza
Su plan de vida es construir una panadería que sirva como centro de apoyo comunitario para niños, donde puedan aprender sobre sabores tradicionales y preservar la cultura tumaqueña. También hace parte de la Agencia de Comunicaciones del Pacífico (ACOP), un colectivo que trabaja para empoderar a las y los jóvenes como comunicadores y transformar los estereotipos negativos sobre la región.
En los últimos meses, Clara ha perfeccionado sus aptitudes empresariales y de gestión a través de su participación en un proyecto del Programa con la Escuela Taller de Tumaco, un centro que forma a jóvenes en oficios en riesgo de desaparición y en iniciativas que contribuyan al potencial cultural, natural y productivo del territorio. De este modo, la Escuela Taller trabaja para salvaguardar el patrimonio cultural del Pacífico colombiano.
A través del proyecto, más de 70 jóvenes (65% mujeres) están adquiriendo competencias empresariales y desarrollando microempresas, contribuyendo a sus proyectos de vida en el marco de la legalidad.
Clara también ha dirigido talleres de “laboratorio creativo” para otros participantes del proyecto en representación de ACOP, un colectivo de comunicaciones aliado del Programa. A través del laboratorio, jóvenes emprendedores como Clara trabajan para mejorar la visibilidad y rentabilidad de sus empresas.
Los compañeros de Clara la describen como una mujer muy elocuente, dedicada a la cocina y llena de empatía hacia los demás. Es reconocida como una líder que inspira confianza y seguridad entre quienes la rodean.
Su espíritu emprendedor también ha destacado entre sus compañeros, por lo cual ha recibido invitaciones a eventos como, por ejemplo, un foro de emprendimiento juvenil en Cartagena y un “laboratorio” de emprendimiento en Bogotá.
El séptimo foro juvenil anual “Joven Tú”, organizado por la Cámara de Comercio de Cartagena, reunió a diferentes actores del ecosistema emprendedor colombiano. Como panelista, Clara compartió su experiencia en crear y crecer Dulces Delicias hasta convertirse en lo que es hoy.
También viajó a la capital para asistir al festival anual de iniciativa empresarial Go FEST de la Cámara de Comercio de Bogotá, que reúne a unos 12.000 emprendedores establecidos y aspirantes a desarrollar herramientas e ideas para potenciar sus empresas.
Allí se reunió con otros siete participantes del Programa en el Laboratorio de Emprendimiento Creativo, donde intercambiaron ideas para sus empresas, establecieron contactos y practicaron técnicas innovadoras como el Juego de la Pizza Kanban, diseñado para ayudar a jóvenes emprendedores a entender los principios de Lean y Agile a través de un juego en el que experimentan la obtención de beneficios, la asunción de pérdidas y la negociación.
A través de estos procesos, Clara va avanzando su camino hacia ser una gran emprendedora.
“La idea es poder endulzar cada casa tumaqueña, o puede ser, tal vez a nivel Colombia”
— Clara Hinestroza
En ACDI/VOCA, nos inspiran Sofía, Clara y todas las mujeres jóvenes que están rompiendo barreras y triunfan en lo que aman. ¡Por ustedes!