En Cúcuta y Villa del Rosario (Norte de Santander) los colores, las formas, los sonidos y los sentires de adolescentes, jóvenes y artistas urbanos danzaron alrededor de la verdad, la memoria y la convivencia pacífica con el Festival Internacional Del Norte Bravos Hijos “El Legado Continúa”.

El #EfectoColectivo llegó al Norte de Santander, Cúcuta, con el retumbar de las rimas y la creatividad narrativa del hip hop de nuestra ciudad fronteriza. Con sus letras conmemoran las luchas y resiliencias juveniles, que buscan un mejor vivir para sus comunidades, y una mejor convivencia en sus territorios.

Desde el Programa Jóvenes Resilientes de USAID y ACDI/VOCA acompañamos y apoyamos el Festival Internacional de Hip Hop “Del Norte Bravos Hijos” (DNBH) de la Fundación 5ta con 5ta Crew, que integra nuestro Laboratorio de Comunicaciones, YCIL.

Conoce lo que vivimos en este festival con el siguiente texto de Giovanna Cheves Camargode la Fundación 5ta con 5ta Crew:

En una época en la que necesitamos más que nunca sacar la voz, que mejor que hacerlo con Hip Hop, dos palabras que resuenan en cada uno de nosotros de manera diferente. Para algunos es la escena salvaje de la urbe, los colores de los muros, las rimas de los rebeldes. Para 5ta con 5ta Crew y las comunidades de Cúcuta es el sentir de las ideas y resistencias que tejen puentes de encuentros y desencuentros en las arterias de la ciudad frontera.

Así empezó esta juntanza que desde 2013 se ha convertido en una gran conversación de expresiones comunitarias y culturales con vocación de aprendizaje alrededor de la transformación social, la verdad, las memorias vivas y la convivencia. Con la participación de niños, niñas, adolescentes, jóvenes, artistas de la frontera colombo-venezolana y exponentes de la cultura urbana del país, se ha consolidado el Festival Internacional de Hip Hop “Del Norte Bravos Hijos” (DNBH) de la Fundación 5ta con 5ta Crew, que para esta novena versión buscó potenciar la divulgación y apropiación del Informe Final de la Comisión de la Verdad, diciendo desde el grafiti, el rap, el freestyle, el break dance y el tejido que “El Legado Continúa”.

“El Festival evidencia también que las nuevas generaciones siguen activas y ven en el arte ese medio que les fortalece y alimenta, un encuentro en el que reciben, pero también enseñan”

Jorge Botello Sanguino ‘Ahiman’, el hijo del Barrio Motilones que, junto al Crew de la 5ta con 5ta, siguen edificando este sueño de una noche de verano.

“Ya comienza el Festival, vinieron a invitarme.”

Siendo las 8:00 de la mañana de un caluroso viernes 18 de noviembre de 2022, se abrieron las puertas de la Quinta Teresa de Cúcuta para recibir a los y las invitadas del primer día de la fiesta del Hip Hop de Norte de Santander y la frontera.

Fue así como inició el conversatorio de experiencias culturales y se realizaron los laboratorios temático- artísticos orientados por Priscila Chuquizan, representante del Colectivo de mujeres indígenas y campesinas “Tejedoras del sol” de Pasto (Nariño); Marcos Guevara del Colectivo Miradas, productora audiovisual de cine documental y ficción de temática social, cultural e histórica. Desde Bogotá Ricardo Vásquez, reconocido en el mundo del grafiti y el muralismo como “Yuricauno”; Lorena Bohórquez, “B-Girl Dylor”, quien mostró su talento en el Break dance; y las rimas de Ángel Salazar y Smith Sierra de la agrupación “Todo Copas”, referentes del rap capitalino que compartieron sus vivencias por cerca de 15 años en la escena.

“Estos espacios nos permitieron reconocer el arte como una manera de expresarnos, siendo la voz de la juventud la protagonista en el festival, que es hecho para ellos y por ellos gracias al apoyo de organizaciones que creen en esta apuesta, como USAID, ACDI/VOCA, el Centro Cultural del Banco de la República (sucursal Cúcuta), Centro Comercial Ventura Plaza, el Colectivo ‘NdS Crew’ y el Legado de la Comisión de la Verdad“

Laura Camila Rangel Reyes, otra tejedora de utopías desde el arte que se consolidan en la fundación.

A la tarima del #DNBH2022

Entre bailes, música, rimas y batallas de Freestyle y Break dance que narraban las historias de no ficción y los talentos que nacen en los barrios de Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios, sumado a la ansiedad en algunas miradas brillosas de adolescentes y jóvenes que subirían por primera vez a una tarima, se dio apertura al segundo día del Festival a las afueras del Centro Comercial Ventura Plaza.

La atmósfera se fue llenando de beats y el corazón de la ciudad frontera palpitaba al ritmo de los invitados locales, regionales y nacionales que demostraron por qué el lenguaje del arte es la mejor forma para pasar por la piel las realidades más sentidas y transformar nuestros entornos en espacios seguros de coexistencia pacífica.

“Las juntanzas desde el arte nos demuestran cómo adolescentes y jóvenes son actores positivos de cambio para la sociedad, más en nuestro contexto, con esa mezcla fronteriza y catatumbera. A pesar de las condiciones ellas y ellos siguen apoyándose en el arte y la cultura para resistir y alejarse de las dinámicas de violencia que persisten aún en los territorios” 

Fue la reflexión de Ahiman durante el concierto del Festival 

A medida que caía el sol el rap fue el paisaje sonoro de los cucuteños, quienes se conectaron con las letras de “Todo Copas” con Ángel y Smith, voceros de un legado que echa raíces e inspira desde el Hip Hop, dibujando en el escenario lo que alguna vez Ángel diría en una entrevista para el portal Pacifistas: 

“A mí la música me ha enseñado, me ha salvado, me tiene acá. Bien es cierto que es muy difícil vivir de esto, uno no puede llegar al joven y decirle: ‘Eh, rap y ya, se le solucionó la vida’. No, pero si va a encontrar una herramienta para desahogarse… y encontrar mejores caminos de vida”

Colores por la resiliencia de Juan Frío

El Hip Hop toma todas las formas, una de ellas es el grafiti, otro de los pilares del “Del Norte Bravos Hijos” que para esta novena versión reuniría a 20 artistas urbanos alrededor de las memorias que evocan los colores y las figuras plasmadas en los murales del Instituto Técnico Agropecuario Juan Frío, en Villa del Rosario.

El corregimiento de Juan Frío fue declarado en 2013 por la Unidad para las Víctimas como ‘sujeto de reparación colectiva’ por los hechos sucedidos en septiembre del 2000. Según lo documenta el Centro de Memoria Histórica, “…los paramilitares asesinaron a seis habitantes de esta comunidad de Norte de Santander y utilizaron su territorio para instalar unos hornos crematorios en los que desaparecían a sus víctimas”. Sin duda este y otros dolorosos hechos hacen parte de su historia, pero no los define como comunidad, declarándose como un territorio de paz.

Al escuchar y comprender que el “parche” de ese sábado y domingo era la resignificación del espacio, los artistas de los sprays y los vinilos comprendieron lo simbólica que sería la jornada de muralismo que daría cierre al tercer y último día del Festival.

“El contexto en el que nos han puesto es muy interesante, porque nos permite llevar estas formas de expresión a través de la pintura. Que un joven quiera entregar su tiempo y su talento son granitos de arena que van sumando al proceso de memoria, y esto deja frutos, más cuando la comunidad empieza a tener un diálogo con las piezas que se dejan”

Ricardo Vásquez, “Yuricauno”, artista y jurado invitado al encuentro de muralismo del DNBH.

El uso del aerosol en territorios donde ha sido más crudo el conflicto armado ha marcado las fachadas de muchos lugares en Colombia, sembrando en los imaginarios que los grafitis solo eran marcas que identificaban a grupos al margen de la ley. Hoy en Juan Frío la historia con las latas de pintura es otra. “Al ver esas paredes en blanco yo muchas veces le dije a los rectores del Colegio que hiciéramos unos murales y bueno, con el Festival se hicieron, quedaron hermosos y cada mural representa algo de la vida de nosotros acá. En especial es muy significativo el que muestra las manos tejiendo y que dice:

“Con el dolor de nuestro pasado tejemos la verdad de nuestro presente”

cuenta con alegría Fideligna Gómez Oviedo, lideresa del corregimiento. 

Fue así que, entre reflexiones, expresiones artísticas, muchas emociones y memorias vivas cayó el ocaso ese domingo 20 de noviembre de 2022 y culminó en Juan Frío esta conversa por el derecho a la verdad en los territorios a través del Hip Hop. Detrás de estas dos palabras – Hip Hop – se esconde un océano de historia musical, historias fantasiosas, historias sucedidas, historias oscuras, historias luminosas, historias de guerra, historias de amor y paz. Aquí es donde comienza la magia de las juntazas que deja el Festival Internacional Del Norte bravos hijos. ¡Hasta la 10ma edición! #ElLegadoContinúa.

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