La violencia y la inseguridad no limitan a la juventud de Pozón
04/11/2022

Juan David López Vargas es un joven de 22 años, estudiante de primer semestre de Comunicación Audiovisual. Desde hace 5 años ha venido trabajando en la creación de contenidos audiovisuales de manera empírica, iniciando con dos herramientas básicas, como lo es su celular y unos audífonos.

Él es un cartagenero del barrio Pozón, un lugar asediado por el conflicto y el abandono estatal donde sus habitantes sobreviven del mototaxismo, de las ventas ambulantes de verduras y frutas en carretillas. También de los puestos fijos de fritos, o de las ventas de sopas en las puertas de sus casas. A pesar de su contexto, este joven se ha dedicado a visibilizar todo lo que pasa en su comunidad. 

“Cuando ya estaba en noveno grado de bachillerato debíamos iniciar el servicio comunitario, pero yo no quería estar ni en la policía, ni guardia ambiental, ni tránsito, ni nada de eso, pues hice un convenio con una emisora para hacer radio, fue ahí donde inicié en este mundo”, asegura Juan. Fue tanta la pasión que despertó esta labor, que se quedó allí hasta que terminó su secundaria.

Con apoyo de una fundación, desde el año 2015 Juan logró capacitarse poco a poco en temas de comunicación afianzando su gusto por este oficio, de allí surgieron aproximadamente siete colectivos juveniles en su barrio. Luego de pasar por varios procesos y aprendizajes, en 2019 se crea Pozón VIVE. “Iniciamos 5 personas donde el objetivo fue contar una narrativa noticiosa e informativa para nuestra comunidad buscando acabar con la imagen negativa de violencia e inseguridad que se vive a diario”, aseguró Juan.

El colectivo inició sus labores principalmente en la red social Facebook con ayuda de solo dos herramientas: un celular y unos audífonos. Juan cuenta que “a nosotros al principio nos costaba mucho hacer cada contenido porque requería de conocimientos, tiempo e información y mucha organización para que todo se publicara constantemente. Poco a poco conseguimos trípode, una cámara sencilla, imprimimos pendones, mandamos a hacer chalecos y gorras para identificarnos”.

En la actualidad el equipo se conforma por tres personas, dos mujeres y Juan. Una de las curiosidades es que aquí las edades no son un límite para trabajar ya que, además del representante está Miriam Correa, una señora de 63 años de edad quien es una líder social reconocida por su incansable trabajo por la comunidad en el barrio Pozón, contando con conexiones e importantes conocimientos y experiencias que le aportan al colectivo. Por otro lado, está Karen de 22 años, quien se integró desde el 2019 y ahora es quien presenta la mayoría de contenidos.

USAID y ACDI/VOCA han sido claves en la capacitación de este colectivo. “Nosotros estamos muy felices porque gracias a este apoyo sabemos cómo organizarnos y hemos recibido importante formación en temas comunicativos, lo que nos ha permitido avanzar con todo lo que nos proyectamos” dice Juan, agregando que los jóvenes en Colombia deben seguir aportándole a la transformación social y la implementación de la paz a través de diferentes aportes que por pequeños que sean, generan cambios positivos.

¡Tú también puedes ser un o una joven que trabaja por sus objetivos y por su comunidad!

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