El servicio latente de Salto Ángel, en Venezuela y ahora en La Guajira
03/10/2022

Dos hombres de origen venezolano, residentes en Riohacha, la Guajira, son el claro ejemplo de resiliencia y amor por el servicio hacia los demás. Andrés Boscán cuenta que desde los 28 años tuvo que emigrar a Colombia en búsqueda de nuevas oportunidades debido a la grave situación en su país, con la fortuna de llegar a ser co-creador de la Asociación Salto Ángel, al igual que Wiston Vásquez.

“Todo nuestro proceso se ha cimentado en el aprendizaje que hemos recibido como colectivo por parte de diferentes entidades, incluyendo el gran apoyo de USAID y ACDI/VOCA, y esa educación ha logrado sentar las bases de todo lo que hemos desarrollado hasta el momento. Es el conocimiento sobre el saber hacer, lo que nos ha permitido impactar positivamente a cerca de 7 mil personas”, afirma Andrés Boscán, presidente de la asociación Salto Ángel, Riohacha.

“En Venezuela era muy difícil iniciar, no te alcanzaba para comprarte nada, para comer, para avanzar. Ahora Riohacha se ha convertido en mi hogar. Cuando llegué aquí, solo pensaba en cómo iba a seguir aportando a mi país desde afuera y con la Asociación Salto Ángel, creo que lo hemos logrado”, dice Andrés con ánimo e ilusión, contando que este grupo ha venido desarrollando diversos proyectos en materia de transformación e inclusión social, convocado jóvenes a espacios de encuentro, formación, empoderamiento y voluntariado, lo que les ha brindado las herramientas para la creación de una Escuela de Ciudadanía para la Transformación y el Liderazgo.

El colectivo identificó las grandes frustraciones de los jóvenes en la Guajira, como lo son la falta de acceso a la educación superior, la necesidad de ser productivos a temprana edad ya que en sus hogares no se cubren las necesidades básicas y la falta de espacios de encuentro con jóvenes con problemáticas similares. Ante esta situación como colectivo ha creado así autogestores y agentes de cambio que aporten en sus entornos.

“Nosotros iniciamos con un grupo de 11 personas migrantes, todos con muchas necesidades, proyectos y ganas de salir adelante y ayudar a los demás. Un día alguien nos dijo ‘sueñen en grande’ y ese fue el detonante de todo esto, buscamos la forma de aprender y constituir formalmente el grupo, recibimos ayuda de cooperación internacional y nos convertimos en el primer colectivo de migrantes de la Guajira”, dijo Andrés.

Salto Ángel ha logrado realizar dos proyectos de la mano de USAID y ACDI/VOCA, siempre apuntando a la transferencia de conocimientos entre redes de líderes. “Hemos apoyado a más de 3 mil familias con kits de alimentos, apoyado a familias en riesgo de desalojo, referenciado a más de 100 emprendimientos con capital semilla, brindado asistencia humanitaria con medicamentos, colchonetas y demás gracias a nuestra capacidad de gestión y respuesta”, agregó Andrés.

Para Wiston Vásquez, participante activo de Salto Ángel, este colectivo ha logrado mejorar la calidad de vida de cientos de personas que, como su propia familia, han logrado sacar adelante proyectos productivos en los que se emplean a todos los integrantes. Cuenta con mucha nobleza que además de eso, ha tenido que aprender a diseñar para apoyar al colectivo. Dice Wiston: “Ahí me di cuenta que realmente era capaz de todo. Gracias a mi participación en este gran equipo aprendí cosas que creía que nunca iba a poder hacer y eso me llena de gran emoción y me provoca una alegría inigualable”.

El año 2021, según el informe de gestión presentado en la asamblea, la Asociación Salto Ángel logró impactar positivamente a cerca de 7 mil personas en condiciones de vulnerabilidad, 2 mil más que el 2020, lo que denota una mejoría en su capacidad de respuesta y atención gracias al apoyo de USAID y ACDI/VOCA.

“Este gran apoyo que hemos recibido nos permite a nosotros trabajar como trabajan los grandes, a otro nivel, no como trabaja una organización comunitaria, sino como trabaja una ONG. Realmente ha sido una gran oportunidad. Nosotros nos la creemos en serio, desde el principio hasta el final”, agrega Wiston.

Finalmente, y con mucha tranquilidad los representantes de esta Asociación agregan que para crecer “hay que soñar hoy, aprender hoy, hacer hoy y vivir el hoy porque mañana no se sabe qué puede pasar” y es lo que se ve reflejado en su labor realizada hasta el día de hoy.

¡Tú también puedes ser un o una joven que trabaja por sus objetivos y por su comunidad!

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