Entre la siembra y el medio ambiente: la iniciativa de joven resiliente en Caquetá
03/10/2022

Desde la región Amazónica de Colombia, una de las seis regiones naturales que comprende cerca del 40% del territorio y se encuentra ubicada al sur del país, nace un colectivo multicultural, dinámico y diverso, conformado por 13 jóvenes que sienten un gran interés por el cuidado y preservación del medio ambiente y de su región. Ellos se denominan el Guardián Amazónico y como su nombre lo indica, buscan ser los protectores de la Amazonía colombiana, la más extensa zona forestal del mundo que limita al norte con las regiones Andina y Orinoquía.

Pero, es Florencia la cuna de un joven de 25 años, estudiante de último semestre de Ingeniería Agroecológica de la Universidad de la Amazonía que lleno de entusiasmo, vocación al servicio e impulsado por la necesidad de hacer algo productivo para su comunidad, a mediados del 2018, junto a un grupo de amigos, crea el colectivo Guardián Amazónico, con el fin de proteger a la población y las tierras que habitan, y visibilizar aquellos lugares que hacen del Caquetá una de las regiones más ricas en biodiversidad de nuestro país.

El camino para el Guardián inició desde jornadas de limpieza y reforestación en las quebradas La Perdicia y La Sardina, hasta procesos de sensibilización alrededor del cuidado ambiental, recorridos ecosistémicos y escenarios de comunicación popular. Para George Tapiero, líder del colectivo, apasionado y curioso a los temas ambientales y la ofimática y a quien le brillan los ojos al hablar del tema, no duda en afirmar que: “Algo que nació como una actividad no constituida ni aterrizada, se convirtió en mi proyecto de vida”.

Y es que el Colectivo Guardián Amazónico se ha convertido en una razón para los jóvenes de la comunidad, que a pesar de estar expuestos y ser víctimas del conflicto en un territorio en disputa por la presencia y el control efectivo del Estado y las Fuerzas Armadas, encuentran en este espacio un refugio y la certeza de proteger las tierras que habitan. “Hay muchos chicos que antes de llegar a intervenir con el colectivo estaban robando, o en malos pasos, pero al vincularse sienten que tienen una razón de ser y es que están recuperando la Amazonía a partir de la siembra de ese pequeño fruto”, añade George.

Pero la fuerza y el motor que impulsan a este joven día a día a continuar con este proyecto de vida, es el deber ser y la satisfacción de ver las sonrisas de los miembros de la comunidad al contemplar que, gracias a una siembra, sus casas ya no se verían afectadas por las inundaciones debido a la alta precipitación de las quebradas que los lleva a tener grandes pérdidas materiales.

Son estas buenas acciones las que llenan de orgullo a este líder, quien no dudó en responder al llamado de la comunidad para vincularse en las jornadas de reforestación en su localidad, menciona que: “Fue ahí que empezamos a tener un poco más de consciencia y ser más objetivos con el tema de la reforestación, porque la gente que se vincula a estos procesos o jornadas son personas que piensan en su territorio, en hacer algo, y tienen muy buenos valores”. Pero su mayor ganancia es poder inspirar a que más jóvenes se vinculen a este ejercicio y puedan realizar una actividad de concientización para la preservación de la fauna y flora que caracteriza al territorio.

Hoy, destaca que gracias al Programa Jóvenes Resilientes #EfectoColectivo de USAID y ACDI/VOCA, ha ampliado su conocimiento y adquirido herramientas que refuerzan su formación y aprovechamiento del tiempo libre, señala que: “Gracias a los talleres de comunicación y marketing, entre otros, nos apalancamos de mucho contenido y muchas experiencias en varios aspectos. Estos fueron claves para nosotros porque nos fortalecieron como colectivo y nos dieron una razón de cómo contar las historias bien, sin morir en el intento”. De esta forma, descubrió su gran interés y destreza para la creación de contenido audiovisual.

Con las ganas de seguir en esta aventura, conservar el medio ambiente y disfrutar de espacios naturales, George no ha parado de trabajar en pro de su territorio, generando conciencia y cuidado para la historia de su natal Caquetá, el lugar que lo vio nacer y que continúa cosechando frutos de un sueño que inició hace 5 años. “Yo amo lo que hago, me gusta mucho el tema de sembrar y tomar el aire libre, además de que me ha permitido conocer gente muy bacana”, añade con una voz de aliento y esperanza por todo el trayecto que ha emprendido junto al colectivo.

Para este joven florenciano, quien en sus manos evidencia la huella que ha dejado el sembrar más de 14 mil árboles, se viene un gran reto, y es posicionar el colectivo como un medio de comunicación confiable en el municipio, incursionando a través de podcast o radio comunitaria, en donde se emita contenido ambiental y cultural para que más chicos tengan la oportunidad como él bien dice de: Seguir sembrando un fruto en su comunidad”.

¡Tú también puedes ser un o una joven que trabaja por sus objetivos y por su comunidad!

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