“Siempre hemos trabajado con el objetivo de ofrecer unos espacios diferentes, unos espacios de sano esparcimiento para nuestra población que se conviertan en una oportunidad para potencializar capacidades y habilidades para la vida, arrebatándole la violencia a los jóvenes desde la prevención y desde la educación fortaleciendo el proyecto de vida”, es lo que dice Andrés Vargas, uno de los líderes del colectivo juvenil YMCA de Medellín, Antioquia.

Andrés Vargas tiene 29 años de edad, es Administrador en Salud y Medio Ambiente de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. Nació en Yolombó, Antioquia, pero vivió en Medellín la mayor parte de su vida. Es un enamorado de las comunicaciones porque toda su vida ha estado ligado a procesos relacionados con estas, aunque su carrera profesional no lo diga en el cartón.

Actualmente, Andrés es subdirector de la Asociación Colombiana de Jóvenes (ACJ) de la YMCA de Medellín, allí está el área de comunicaciones. “Desde el año pasado hemos tenido la fortuna de reactivar las comunicaciones y con el apoyo del Programa Jóvenes Resilientes de USAID y ACDI/VOCA hemos avanzado bastante, ya que nos han apoyado en el cubrimiento en temas audiovisuales y hemos sido capacitados por los mejores. Para nosotros ha sido un gran logro”, agrega Andrés.

El colectivo siempre ha sido de jóvenes, inició con 30, ahora son 8 debido a que la pandemia retrasó los procesos adelantados, sin embargo aún se dedican a realizar contenidos. Algunos son tipo magazine, donde a través de contenidos audiovisuales se le cuenta a las personas cómo desde la YMCA Colombia los jóvenes transforman su territorio con emprendimientos sociales y productivos, además de la conmemoración de días especiales con piezas gráficas, mostrando las actividades de comunas, como lo que ha sucedido con el estallido social, promoviendo siempre el respeto y la paz.

La YMCA responde de manera relevante a las más sentidas problemáticas que experimentan las ciudades donde se encuentra presente, incluyendo Medellín, con el propósito de ofrecer oportunidades de vida digna en las comunidades más vulnerables por medio de programas como primera infancia, prevención de la explotación sexual, justicia juvenil restaurativa, inclusión social, educación integral y seguridad alimentaria. Dice Andrés que “esto que hacemos es tan importante para nosotros, que cada día que pasa y cada acción que realizamos se convierte en una oportunidad para tejer paz y restaurar la vida de cientos de personas que en verdad lo necesitan. No importa cuánto tiempo tengamos que ofrecer, con tal de que podamos llegar a la mayor cantidad de personas aportando de manera positiva en sus proyectos de vida”.

Con el fin de impulsar este grupo de jóvenes cristianos, Andrés agrega que, “USAID y ACDI/VOCA han sido la plataforma que nos ha venido apoyando con la creación de actividades desde la formación y capacitación en temas como podcast, marketing digital, uso de plataformas digitales, escritura creativa y además conectarnos con lo que están haciendo nuevos colectivos en otros territorios lo que nos permite entender otras realidades”. Lo que de alguna manera ha permitido al colectivo avanzar en sus procesos y llevar sus acciones a otro nivel.

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